La futura protección de los artículos de artesanía mediante Indicaciones Geográficas.
¿Qué tienen en común, la cerámica de Talavera, los cuchillos y navajas de Albacete, los bordados lagarteranos o las jarapas de la Alpujarra granadina?
En ellos reconocemos productos de artesanía, fabricados totalmente a mano o con ayuda de herramientas manuales o también por medios mecánicos, donde contribución manual directa es el componente más importante del producto acabado.
Además, se trata de productos con una vinculación geográfica, que se elaboran a menudo sobre la base de los conocimientos técnicos y métodos de producción locales arraigados en el patrimonio cultural y social de la región de origen. A nivel del resto de la Unión Europea son también reconocibles productos artesanales que merecen igual protección frente a copias fraudulentas procedentes de terceros países de dudosa calidad y que quieren aprovecharse del citado reconocimiento.
Hoy en día este este tipo de productos no goza de una protección uniforme en todos los países de la Unión Europea, y la protección que ofrecen las marcas marcas colectivas o de certificación no permite a los productores certificar el vínculo entre la calidad y el origen geográfico que indica cualidades atribuidas a técnicas y tradiciones locales específicas.
A diferencia del vino, las bebidas espirituosas o los productos alimenticios, los productos artesanales no cuentan con una sólida protección en la U.E. como la que ofrecen las Indicaciones Geográficas que sirven para garantizar una competencia leal entre los productores y ayudan a luchar contra los productos falsificados.
Sensible a la necesidad de reforzar la protección de la artesanía, y a la luz del resultado obtenido por las Indicaciones Geográficas en el sector alimenticio, la Comisión Europea trabaja ya en un texto legal por vía de Reglamento, que instaure un régimen de protección de la artesanía a escala de la UE que además facilite a sus productores beneficiarse plenamente de la protección internacional de sus productos con IG.
Este futuro Reglamento protegerá la artesanía que cumpla estos requisitos centrados en la calidad geográfica del producto: que sea originaria de un lugar, una región o un país determinados; que tenga una calidad, reputación u otra característica que sea esencialmente atribuible a su origen geográfico; y que al menos una fase de su producción tenga lugar en la zona geográfica delimitada.
Este sistema constituirá un claro incentivo para invertir en innovación con el fin de proteger y mejorar la alta calidad de los productos protegidos, mejorando así su competitividad, pero además servirá para aumentar la visibilidad del producto y de la región, con repercusiones en la atracción turística y la competitividad global de las regiones a las que se asocie la IG.
Además, y como novedad sustancial respecto a los procedimientos de la obtención de otros tipos de IGs, en este caso y tras una fase nacional donde se aligerará la burocracia y si el resultado favorable, se remitirá la solicitud a la EUIPO quien, superado un periodo de oposición, se encargará de adoptar la decisión de concesión o denegación, al igual que hace actualmente con marcas y diseños, si bien la oficina europea también se encargará de los procedimientos correspondientes a las IG originarias de terceros países, lo que supondrá un incremento competencial de la oficina con indudable trascendencia para nuestro sector que verá igualmente incrementada la demanda de servicios en este ámbito.
Fuente: COAPI (Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Industrial)
