MARCA DENOMINATIVA.
LA IMPORTANCIA DEL REGISTRO DEFINITIVO

Cuando ponemos en marcha un proyecto, tenemos mucho trabajo por delante para hacer realidad esa idea que nos proponemos llevar a cabo. El nombre de la marca con la que “bautizaremos” nuestro proyecto es uno paso trascendental en su desarrollo, pues es con esta marca con la que nos daremos a conocer al mundo a partir de ese momento.

Nunca podemos prever hasta dónde llegará nuestra aventura empresarial, pero lo que sí sabemos con certeza, es que nuestra marca será lo que todos conozcan de nosotros. Por eso,  constituye uno de los bienes inmateriales más valiosos de una empresa y, como tal, debe ser protegido desde el principio, ya que nunca se sabe qué magnitud puede llegar a alcanzar nuestro proyecto.

Además de identificar el origen empresarial de determinados productos o servicios, la marca tiene mayor trascendencia en el mercado; nos permite abrir un canal de comunicación entre nuestra empresa y el público consumidor, pudiendo llegar a transmitirles nuestros valores y, una vez se haya alcanzado un cierto grado de conocimiento y reputación, esta puede constituir nuestro sello de calidad frente a los usuarios.

Es por todo esto que, desde los inicios de nuestra andadura empresarial, resulta imprescindible contar con una protección fuerte de este bien intangible, con el fin de evitar que terceros puedan lucrarse haciendo un uso ilegítimo de ella, pudiendo llegar a aprovecharse de nuestro trabajo y esfuerzo.