La evolución de una marca a lo largo del tiempo no es algo nuevo. Lo cierto es que casi todas las grandes marcas que conocemos hoy en día han evolucionado considerablemente desde sus inicios hasta la actualidad. Podemos encontrar infinidad de casos en marcas internacionalmente conocidas como Google, Coca-Cola o McDonald’s. Todas ellas han experimentados grandes cambios en su marca
En el caso de Google, su logo ha sufrido cambios relativos a su tipografía y sombreado. Sin necesidad de aplicar cambios excesivamente significativos, la compañía se ha ido adaptando a la evolución de la sociedad en la que vivimos apostando por la simplificación.
En otros casos, como por ejemplo McDonald’s, los cambios han sido más radicales. Aunque es cierto que estos han sido progresivos. En el ejemplo de más abajo podemos ver a la izquierda el logo de McDonald’s en sus inicios y, a la derecha, el logo actual. Han pasado muchos años entre uno y otro. Además de unos cuantos cambios para llegar a la marca tal y como la conocemos hoy en día. Nada tiene que ver esta compañía cuando surgió a como es en la actualidad.
En sus inicios era un autocine con barbacoa y ahora es una franquicia de hamburguesas que podemos encontrar en cualquier parte del mundo. La evolución de su marca ha sido siempre tendiendo a simplificar el diseño original.
Uno de los principales motivos de la evolución de las marcas es la necesidad de hacerla atractiva para sus potenciales clientes y adaptarla a las necesidades del mercado. Este, sin ninguna duda, evoluciona a pasos agigantados. Las grandes y pequeñas marcas deben adaptarse a los cambios del mercado para no quedarse obsoletas.
En ocasiones, la evolución de una marca puede constar de pequeñas modificaciones. Por ejemplo, el tamaño o grosor de la tipografía. En otros casos, sin embargo, las modificaciones pueden dar lugar a marcas que poco tienen que ver con la marca inicial.
La evolución de una marca no es algo negativo, sino todo lo contrario. Pero cuando una marca evoluciona resulta imprescindible realizar un registro de la marca resultante. Esto se debe a que el registro inicial no protege las modificaciones que se lleven a cabo posteriormente. Lo que supone un peligro al no estar amparados bajo la protección legal. Es fundamental que cualquier cambio que se realice sea registrado adecuadamente.
Uno de los principales elementos que suelen evolucionar de una marca es el logo. Y este sirve para identificar a una marca a través del uso de un nombre, símbolo, signo, un elemento gráfico, etc. La marca es la experiencia que el usuario tiene cuando entra en contacto con la empresa. Por ejemplo, cuando prueba un determinado producto.
Al igual que el mercado evoluciona, las marcas también deben hacerlo. Estas no deben ser estáticas y es imprescindible progresar para adaptarse a las tendencias y necesidades del mercado.
A propósito de la evolución de una marca, cabe hacer hincapié en la marca denominativa. Esta está estrechamente relacionada con todo lo que hemos mencionado anteriormente.
A continuación, te explicamos qué es una marca denominativa y en qué consiste.
¿Qué es la marca denominativa?
Las marcas denominativas son aquellas que protegen el nombre de la marca, ya sea un nombre, número, palabra, un signo o una combinación de ellos. La marca denominativa debe ser legible y/o pronunciable.
El registro de dicha marca tiene como objetivo protegerla para impedir que la competencia pueda usar nombres similares o que puedan provocar confusión.
La protección de una marca abarca también a la fonética. Por ejemplo, para aquellas marcas que puedan sonar igual y puedan llevar a confusión.
Registrar la marca inicial y la evolución de dicha marca debe tener como objetivo principal protegerla para evitar que terceros puedan apropiarla y beneficiarse de ella.
Para ello, resulta imprescindible contar con una empresa especializada en la materia, como Legismark. Nosotros nos encargamos de realizar todos los trámites oportunos para proteger tu marca en todo momento.
